¿Qué me gustó de… “El vuelo del hombre”?
Por Judy Mena
Lo que más me ha gustado del libro debut de Benjamín Rosado “El vuelo del hombre”, ganador del Premio Biblioteca Breve 2025 en su 67ª edición, ha sido esa posibilidad que brinda intuitivamente para volar (pilotar, transitar, recrear, visualizar, reconocer…) a través del ejercicio personal de lectura y bajo el influjo de sus letras, en un asombroso viaje a través de las casualidades y misterios que se esconden tras el éxito editorial que ha tenido su protagonista Diego Marín con su afamada novela: Ciudad Café.
De manera metafórica, Rosado nos presenta en “El vuelo del hombre” un libro secreto, el cual -supuestamente- narra la historia, o más bien dicho, las historias que se entretejieron a lo largo de muchas vidas para que el libro (Ciudad Café) que cuenta las historias del piloto Lucho Ortega que recorre en su avioneta Latinoamérica en busca de la utopía, conquistara las ventas en librerías y llevara a Marín a abandonar su tesis doctoral, le abriera la posibilidad de una plácida vida de escritor reconocido en Nueva York al lado de la crema y nata de la literatura y el arte, le demandara una segunda entrega, y, finalmente, también, le develara la posibilidad de reevaluar todo lo conseguido.
La obra tiene guiños históricos significativos, especialmente aquellos que guardan relación entre la aviación y la literatura, como el hecho de que los hermanos Wright, conocidos por sus logros en aviación, iniciaron su carrera profesional con un taller de imprenta; por supuesto, que Antoine de Saint-Exupéry y su afamado libro “El principito” aparecen en la narrativa; así también, la invención del paracaídas a cargo de Leonardo Da Vinci, el reloj de pulsera que Cartier hizo para Alberto Santos Dumont, un aviador brasileño; entre otros. Es así como, nuestro autor, se ha propuesto adentrarnos en una historia de ficción sobre aventuras y misterio; pero, cargada de momentos verídicos que invitan a la reflexión sobre esa aspiración humana a superar las limitaciones físicas para surcar los cielos, o bien, sobre esa otra analogía que se esconde tras el anhelo humano de abrir las alas y despegar el vuelo a la libertad.
Recién salidos del horno, tanto el escritor como la novela son mi recomendación de lectura para esta semana. El premio Biblioteca Breve de este año fue anunciado el pasado jueves 13 de febrero y a mediados del mes de marzo la obra llegó a punto de venta. Es “El vuelo del hombre” un ágil texto de aventuras y misterio que además de inmiscuirnos en la trama, nos releva la labor detectivesca para intuir y deducir la resolución de la historia, también, por supuesto, la de aterrizar exitosamente el vuelo de 376 páginas que se esgrimen con ávida elocuencia sobre agrestes pasajes de la obra.
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tik tok @judymena
Lo que más me ha gustado del libro debut de Benjamín Rosado “El vuelo del hombre”, ganador del Premio Biblioteca Breve 2025 en su 67ª edición, ha sido esa posibilidad que brinda intuitivamente para volar (pilotar, transitar, recrear, visualizar, reconocer…) a través del ejercicio personal de lectura y bajo el influjo de sus letras, en un asombroso viaje a través de las casualidades y misterios que se esconden tras el éxito editorial que ha tenido su protagonista Diego Marín con su afamada novela: Ciudad Café.
De manera metafórica, Rosado nos presenta en “El vuelo del hombre” un libro secreto, el cual -supuestamente- narra la historia, o más bien dicho, las historias que se entretejieron a lo largo de muchas vidas para que el libro (Ciudad Café) que cuenta las historias del piloto Lucho Ortega que recorre en su avioneta Latinoamérica en busca de la utopía, conquistara las ventas en librerías y llevara a Marín a abandonar su tesis doctoral, le abriera la posibilidad de una plácida vida de escritor reconocido en Nueva York al lado de la crema y nata de la literatura y el arte, le demandara una segunda entrega, y, finalmente, también, le develara la posibilidad de reevaluar todo lo conseguido.
La obra tiene guiños históricos significativos, especialmente aquellos que guardan relación entre la aviación y la literatura, como el hecho de que los hermanos Wright, conocidos por sus logros en aviación, iniciaron su carrera profesional con un taller de imprenta; por supuesto, que Antoine de Saint-Exupéry y su afamado libro “El principito” aparecen en la narrativa; así también, la invención del paracaídas a cargo de Leonardo Da Vinci, el reloj de pulsera que Cartier hizo para Alberto Santos Dumont, un aviador brasileño; entre otros. Es así como, nuestro autor, se ha propuesto adentrarnos en una historia de ficción sobre aventuras y misterio; pero, cargada de momentos verídicos que invitan a la reflexión sobre esa aspiración humana a superar las limitaciones físicas para surcar los cielos, o bien, sobre esa otra analogía que se esconde tras el anhelo humano de abrir las alas y despegar el vuelo a la libertad.
Recién salidos del horno, tanto el escritor como la novela son mi recomendación de lectura para esta semana. El premio Biblioteca Breve de este año fue anunciado el pasado jueves 13 de febrero y a mediados del mes de marzo la obra llegó a punto de venta. Es “El vuelo del hombre” un ágil texto de aventuras y misterio que además de inmiscuirnos en la trama, nos releva la labor detectivesca para intuir y deducir la resolución de la historia, también, por supuesto, la de aterrizar exitosamente el vuelo de 376 páginas que se esgrimen con ávida elocuencia sobre agrestes pasajes de la obra.
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