En las puertas del Rancho Izaguirre: madres michoacanas buscan a sus desaparecidos.

Fernando Alvarez del Castillo
El Rancho Izaguirre, enclavado en el municipios de Teuchitlán Jalisco, se ha convertido en el más escalofriante hallazgo de los últimos años, la cobertura ha sido tal, que la noticia se ha colado al mundo entero, compartiendo audiencias mundiales, y tendencias en redes, comparadas con las guerras entre Israel y Palestina, o la de Rusia Vs Croacia.
El asombro ha sido mayúsculo, por la sorprendente cantidad de objetos encontrados en el predio; desde zapatos, pantalones, pañaleras. Hasta objetos más personales como cartas, labiales, y lentes.
Ayer jueves, se le permitió a varios colectivos de madres buscadoras del país, ingresar para buscar objetos que los vincularan con sus familiares, y la sorpresa fue mayor.
Los presuntos hornos clandestinos, que la autoridad se ha negado a reconocer, pone en el foco de la opinión nacional la aterradora maquinaria operativa del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según los colectivos, el Rancho fue sin duda un centro de reclutamiento, además de operaciones estratégicas y de planeación, un lugar de concentración y de sepultura colectiva, todo esto por la cantidad de huesos y carbón encontrados en los 50 metros de frente, y 200 metros de fondo.
Agradezco los detalles al compañero Edgar S. Reportero de varios medios informativos en el estado de Jalisco, que tuvo la oportunidad de ingresar al predio, junto a madres buscadoras de Jalisco, Guanajuato, e incluso, acompañó a tres mujeres originarias de Michoacán.
Según Edgar, desde la entrada, la escena es estremecedora; construcciones de dos niveles, módulos con techumbres de tipo industrial, áreas donde las madres buscadoras han descubierto huesos, y otras pruebas clave. El suelo del rancho está marcado por perforaciones y excavaciones, evidencia del trabajo pericial realizado por las autoridades. Pozos de 30 cm de diámetro por 1 metro de profundidad están abiertos sin una explicación clara, mientras que la Fiscalía de Jalisco ha delimitado zonas restringidas tras remover la tierra.
A 80 metros de la entrada principal, una pequeña edificación que se aprecia en obra negra, parece haber sido una cocina improvisada. Sin embargo, lo más impactante se encuentra al fondo del terreno: una estructura de 20 x 20 metros, con decenas de banderas rojas marcando "evidencia". En las paredes, impactos de bala confirman la brutalidad de lo que ahí se vivió.
Pero lo más aterrador es la denuncia del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. A través de videos grabados el 5 de marzo, mostraron lo que aseguran son hornos clandestinos utilizados para la incineración de cuerpos humanos. La fiscalía Jalisciense negó haber encontrado crematorios convencionales, pero las imágenes que se han mostrado en redes sociales, en noticieros nacionales, revelan estructuras de ladrillo y piedra, con restos óseos entre el carbón y las cenizas.
Una madre de Michoacán, que solicitó no fuera revelado su nombre, dijo que llegaron a Jalisco gracias al apoyo de la comunidad de donde provienen, además de colectivos del país. Ella espera encontrar un indicio que la lleve a encontrar a su hijo, que desapareció en el año 2017, cuando fue a Morelia a buscar a un amigo, para trabajar en el corte de fresa.
Este hallazgo deja más preguntas que respuestas. ¿Cuántas víctimas pasaron por este sitio? ¿Qué otras verdades oculta el rancho? La investigación continúa, el daño ya está hecho; el Rancho Izaguirre, una dolorosa cicatriz para México.
Si usted está interesado en conocer los objetos encontrados en el predio, ingresa a este enlace:
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1K5gul4mUWEIWc7yhlIZlheJDkqH7thPv/edit?gid=2057625904#gid=2057625904
Foto: Captura de pantalla
El Rancho Izaguirre, enclavado en el municipios de Teuchitlán Jalisco, se ha convertido en el más escalofriante hallazgo de los últimos años, la cobertura ha sido tal, que la noticia se ha colado al mundo entero, compartiendo audiencias mundiales, y tendencias en redes, comparadas con las guerras entre Israel y Palestina, o la de Rusia Vs Croacia.
El asombro ha sido mayúsculo, por la sorprendente cantidad de objetos encontrados en el predio; desde zapatos, pantalones, pañaleras. Hasta objetos más personales como cartas, labiales, y lentes.
Ayer jueves, se le permitió a varios colectivos de madres buscadoras del país, ingresar para buscar objetos que los vincularan con sus familiares, y la sorpresa fue mayor.
Los presuntos hornos clandestinos, que la autoridad se ha negado a reconocer, pone en el foco de la opinión nacional la aterradora maquinaria operativa del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según los colectivos, el Rancho fue sin duda un centro de reclutamiento, además de operaciones estratégicas y de planeación, un lugar de concentración y de sepultura colectiva, todo esto por la cantidad de huesos y carbón encontrados en los 50 metros de frente, y 200 metros de fondo.
Agradezco los detalles al compañero Edgar S. Reportero de varios medios informativos en el estado de Jalisco, que tuvo la oportunidad de ingresar al predio, junto a madres buscadoras de Jalisco, Guanajuato, e incluso, acompañó a tres mujeres originarias de Michoacán.
Según Edgar, desde la entrada, la escena es estremecedora; construcciones de dos niveles, módulos con techumbres de tipo industrial, áreas donde las madres buscadoras han descubierto huesos, y otras pruebas clave. El suelo del rancho está marcado por perforaciones y excavaciones, evidencia del trabajo pericial realizado por las autoridades. Pozos de 30 cm de diámetro por 1 metro de profundidad están abiertos sin una explicación clara, mientras que la Fiscalía de Jalisco ha delimitado zonas restringidas tras remover la tierra.
A 80 metros de la entrada principal, una pequeña edificación que se aprecia en obra negra, parece haber sido una cocina improvisada. Sin embargo, lo más impactante se encuentra al fondo del terreno: una estructura de 20 x 20 metros, con decenas de banderas rojas marcando "evidencia". En las paredes, impactos de bala confirman la brutalidad de lo que ahí se vivió.
Pero lo más aterrador es la denuncia del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. A través de videos grabados el 5 de marzo, mostraron lo que aseguran son hornos clandestinos utilizados para la incineración de cuerpos humanos. La fiscalía Jalisciense negó haber encontrado crematorios convencionales, pero las imágenes que se han mostrado en redes sociales, en noticieros nacionales, revelan estructuras de ladrillo y piedra, con restos óseos entre el carbón y las cenizas.
Una madre de Michoacán, que solicitó no fuera revelado su nombre, dijo que llegaron a Jalisco gracias al apoyo de la comunidad de donde provienen, además de colectivos del país. Ella espera encontrar un indicio que la lleve a encontrar a su hijo, que desapareció en el año 2017, cuando fue a Morelia a buscar a un amigo, para trabajar en el corte de fresa.
Este hallazgo deja más preguntas que respuestas. ¿Cuántas víctimas pasaron por este sitio? ¿Qué otras verdades oculta el rancho? La investigación continúa, el daño ya está hecho; el Rancho Izaguirre, una dolorosa cicatriz para México.
Si usted está interesado en conocer los objetos encontrados en el predio, ingresa a este enlace:
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1K5gul4mUWEIWc7yhlIZlheJDkqH7thPv/edit?gid=2057625904#gid=2057625904
Foto: Captura de pantalla