Sábado, 20 de Abril de 2024

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Concluyen con éxito las danzas de la conquista y la feria de los milagros en Puruándiro

Concluyen con éxito las danzas de la conquista y la feria de los milagros en Puruándiro

Óscar Tapia Campos





Una multitud conformada por miles y miles de migrantes de toda la República Mexicana y del extranjero, así como lugareños de diversos municipios del Bajío Michoacano se congregó en Rubalcabo, pequeña comunidad del municipio de Puruándiro, durante cuatro días contados a partir del pasado Domingo de Carnaval para visitar y venerar al Señor de la Barranquita, disfrutar de las Danzas de la Conquista, la Evangelización y el Mestizaje que se realizan en su honor, y ser parte de la Feria de los Milagros.





El Señor de la Barranquita, orotector de los migrantes, es un pequeño Cristo de melena larga muy venerado desde el Siglo XIX, al que visitan año con año multitudes de fieles devotos que viajan desde ciudades tan lejanas como Mérida, Tijuana, Monterrey, Culiacán, Campeche, Cancún, Veracruz y muchas más, así como de rumbos de la Unión Americana, a saber: California, Arizona, Nevada, Texas y Milwaukee; lo mismo que de Canadá; y, claro, de diversos puntos de Michoacán.





La Danza de la Conquista, la Evangelización y el Mestizaje consta de 23 coreografías con las que se narra la llegada de los españoles a la gran Tenochtitlan, el recibimiento que les hizo Moctezuma, las luchas sangrientas que se dieron entre los ibéricos y sus aliados los tlaxcaltecas contra los mexicas, la participación determinante de Malinalli Malitzin en el establecimiento de la religión católica, el dominio español y la creación de la raza mestiza.





Danzas en las que participan más de 200 personas ataviadas con cupil, tilma, mandil, sonada y vara floreada. El cupil tiene forma de penacho y está “adornado” con espejos y collares.





La tilma es una capa que, generalmente, lleva bordada o estampada una imagen religiosa, a saber: Señor de la Barranquita, Inmaculada Concepción, Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo, Divino Niño o Santo Niño de Atocha. En el mandil (antiguo taparrabo) se pueden ver flores, imágenes religiosas o alegorías geométricas.





Entre los danzantes se observan desde niños pequeños, jóvenes, adultos y hasta personas de 80 años, quienes “pagan su manda” con devoción en gratitud por favores recibidos que les realizó ese pequeño Cristo que no supera los 30 centímetros de altura.





Se cuentan por miles los testimonios, anécdotas y referencias a milagros recibidos: “por eso lo amamos y lo queremos tanto”, precisó una hermosa ancianita de más de cien años.





La Feria de los Milagros es una festividad con exposición y venta de dulces regionales, juguetes, utensilios para la cocina, productos de talabartería, sombreros, alfarería, santería tallada en madera, y una rica variedad gastronómica (carnitas, pambazos, enchiladas, tacos, moles, cucuno, elote, garbanzo), con una amplia zona de juegos mecánicos y electrónicos que gustan niños y jóvenes en edad de merecer.





Tradicionalmente esta feria concluía el Miércoles de Ceniza, pero ahora se alargó hasta este jueves en que se realizará un jaripeo mixto, es decir con toros bravos para lazadores y con ejemplares de reparo para jinetes profesionales. Así sea.