12 de octubre: el mito del “descubrimiento” y la reflexión sobre la diversidad cultural

Carolina Loa
Morelia, Michoacán.- Cada 12 de octubre, América Latina recuerda una de las fechas más simbólicas y debatidas de su historia. El arribo de Cristóbal Colón al continente en 1492, lo que durante siglos se enseñó como el “descubrimiento de América” hoy se revisa con una mirada más crítica, como el inicio de un proceso de colonización que transformó de manera irreversible las culturas, territorios y cosmovisiones del continente.
En México, durante décadas se conmemoró el Día de la Raza, una fecha instaurada oficialmente en 1928 por el entonces presidente Plutarco Elías Calles. Su propósito original era exaltar la “fusión de razas” que dio origen a la identidad mestiza de los pueblos latinoamericanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la denominación comenzó a ser cuestionada por su carga eurocentrista y por la visión triunfalista que implicaba celebrar la colonización como un encuentro armonioso entre civilizaciones.
El término “raza” sin sustento científico y con implicaciones discriminatorias, fue reemplazado en varios países por expresiones más acordes con una perspectiva de derechos humanos y reconocimiento de la diversidad cultural. En Argentina, desde 2010 se conmemora oficialmente como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, en Perú como el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural, mientras que en Bolivia se rebautizó como el Día de la Descolonización. En México, aunque el 12 de octubre continúa siendo un día conmemorativo sin carácter de feriado oficial, la narrativa institucional también ha transitado hacia un enfoque de reflexión sobre la pluralidad y la memoria de los pueblos indígenas.
La efeméride recuerda aquel 12 de octubre de 1492, cuando Colón, al servicio de la Corona española, llegó a la isla de Guanahaní, hoy parte de las Bahamas. Su travesía con las carabelas La Niña, La Pinta y La Santa María abrió el camino a un proceso histórico que significó tanto el intercambio de culturas como la imposición de un orden político, religioso y económico sobre los pueblos originarios.
Durante gran parte del siglo XX, los actos cívicos del 12 de octubre en México exaltaban la “hermandad hispanoamericana” y el mestizaje como símbolo de unidad nacional. No obstante, con el paso del tiempo, investigadores, académicos y comunidades indígenas comenzaron a cuestionar ese relato, señalando que omitía las consecuencias de la conquista: el despojo territorial, la esclavitud, las epidemias y la destrucción de civilizaciones enteras.
Hoy, la fecha se resignifica como un espacio de memoria y diálogo, donde se busca reconocer la resistencia de los pueblos originarios y su aporte a la identidad continental. Diversas instituciones educativas, museos y colectivos sociales aprovechan la jornada para promover la reflexión sobre el racismo estructural, la discriminación y las deudas históricas que aún persisten.
El 12 de octubre, más que una celebración, se ha convertido en un día para cuestionar el relato oficial de la historia y abrir paso a una comprensión más justa del pasado. Un recordatorio de que el verdadero respeto a la diversidad cultural no se construye con discursos conmemorativos, sino con políticas públicas que reconozcan la dignidad, los derechos y la voz de los pueblos que habitaron, y habitan estas tierras desde mucho antes de la llegada de Colón.
Morelia, Michoacán.- Cada 12 de octubre, América Latina recuerda una de las fechas más simbólicas y debatidas de su historia. El arribo de Cristóbal Colón al continente en 1492, lo que durante siglos se enseñó como el “descubrimiento de América” hoy se revisa con una mirada más crítica, como el inicio de un proceso de colonización que transformó de manera irreversible las culturas, territorios y cosmovisiones del continente.
En México, durante décadas se conmemoró el Día de la Raza, una fecha instaurada oficialmente en 1928 por el entonces presidente Plutarco Elías Calles. Su propósito original era exaltar la “fusión de razas” que dio origen a la identidad mestiza de los pueblos latinoamericanos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la denominación comenzó a ser cuestionada por su carga eurocentrista y por la visión triunfalista que implicaba celebrar la colonización como un encuentro armonioso entre civilizaciones.
El término “raza” sin sustento científico y con implicaciones discriminatorias, fue reemplazado en varios países por expresiones más acordes con una perspectiva de derechos humanos y reconocimiento de la diversidad cultural. En Argentina, desde 2010 se conmemora oficialmente como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, en Perú como el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural, mientras que en Bolivia se rebautizó como el Día de la Descolonización. En México, aunque el 12 de octubre continúa siendo un día conmemorativo sin carácter de feriado oficial, la narrativa institucional también ha transitado hacia un enfoque de reflexión sobre la pluralidad y la memoria de los pueblos indígenas.
La efeméride recuerda aquel 12 de octubre de 1492, cuando Colón, al servicio de la Corona española, llegó a la isla de Guanahaní, hoy parte de las Bahamas. Su travesía con las carabelas La Niña, La Pinta y La Santa María abrió el camino a un proceso histórico que significó tanto el intercambio de culturas como la imposición de un orden político, religioso y económico sobre los pueblos originarios.
Durante gran parte del siglo XX, los actos cívicos del 12 de octubre en México exaltaban la “hermandad hispanoamericana” y el mestizaje como símbolo de unidad nacional. No obstante, con el paso del tiempo, investigadores, académicos y comunidades indígenas comenzaron a cuestionar ese relato, señalando que omitía las consecuencias de la conquista: el despojo territorial, la esclavitud, las epidemias y la destrucción de civilizaciones enteras.
Hoy, la fecha se resignifica como un espacio de memoria y diálogo, donde se busca reconocer la resistencia de los pueblos originarios y su aporte a la identidad continental. Diversas instituciones educativas, museos y colectivos sociales aprovechan la jornada para promover la reflexión sobre el racismo estructural, la discriminación y las deudas históricas que aún persisten.
El 12 de octubre, más que una celebración, se ha convertido en un día para cuestionar el relato oficial de la historia y abrir paso a una comprensión más justa del pasado. Un recordatorio de que el verdadero respeto a la diversidad cultural no se construye con discursos conmemorativos, sino con políticas públicas que reconozcan la dignidad, los derechos y la voz de los pueblos que habitaron, y habitan estas tierras desde mucho antes de la llegada de Colón.